Extracto del libro de Daniel Taroppio
PNL, la nueva ciencia del Desarrollo Personal
¿Cuál es la estructura del cambio?
Durante mucho tiempo la Psicología se esforzó en
comprender el comportamiento humano procurando entender
los "contenidos" de la mente y el pasado de las
personas, considerando ésta como la única alternativa
para el cambio. Desde esta perspectiva, las
transformaciones psicológicas sólo eran posibles después
de largos años de búsqueda de "contenidos mentales" en
el pasado de las personas, a razón de varias sesiones
semanales. Si bien esta concepción lenta y costosa del
cambio sigue siendo válida, ya no es la única, lo que ha
permitido el desarrollo de toda una tecnología del
desarrollo personal, caracterizada por la rapidez, el
amplio alcance social y el bajo costo operativo.
Hace apenas unos pocos años, la antigua forma de
entender la Psicología fue por primera vez desafiada por
dos verdaderos innovadores. John Grinder y Richard
Bandler, reunieron sus conocimientos sobre Cibernética,
Lingüística, Matemática, Computación, Gestált y
Sistémica, para formular un modelo realmente
revolucionario en la comprensión de la conducta humana.
En este modelo, la preocupación deja de estar puesta
en los "contenidos" y el interés se dirige a la forma
concreta, aquí y ahora, en que la gente construye su
experiencia. Basados en la premisa de Korzybski: "el
mapa no es el territorio", Bandler y Grinder advirtieron
que lo importante (a nivel psicológico, no social) no es
tanto lo que a la gente "le pasa", sino lo que la gente
construye en su cabeza con los estímulos que provienen
del exterior y también de su propio interior. Esta
reconstrucción interior de la realidad se realiza bajo
la forma de un conjunto de procedimientos y operaciones
que poseen una estructura -programación-; mediante la
cual se organizan los estímulos externos e internos -neuro-;
todo esto bajo la forma de una sintaxis mental
específica-lingüística-. Nacía entonces una escuela
psicológica verdaderamente nueva: la Programación
Neurolingüística (PNL).
¿Cómo captamos la “realidad”?
La esencia de la PNL se asienta en dos premisas
sumamente simples. En primer lugar sabemos que los seres
humanos no tenemos acceso a la "realidad objetiva" como
tal. Heisenberg, uno de los más grandes físicos de este
siglo, resumió este concepto: el observador es parte de
lo observado, no existe la objetividad absoluta ni aún
en el campo de la Ciencia Empírica.
Las personas no percibimos la realidad en sí misma,
sino que "construímos" la realidad mediante
representaciones mentales. Es decir que la realidad se
presenta ante nosotros pero no podemos asimilarla tal
cual es; no podemos meternos las cosas en la cabeza. Lo
que hacemos es representarnos la realidad en nuestro
interior de una manera particular, que está condicionada
por nuestros valores, creencias, experiencias, sistema
neurológico, etc.
En segundo lugar, Bandler y Grinder destacaron que la
forma en que la gente se representa la realidad tiene
una estructura, y aislaron los componentes de la misma.
La estructura de la “experiencia interna”
Al representarnos la realidad (lo cual incluye tanto
el "mundo externo" como el "interno", un paisaje como un
dolor de cabeza) lo hacemos básicamente mediante tres
tipos de representaciones (que constituyen una
experiencia interior): o es una imagen que formamos en
nuestra mente (representaciones visuales); o es algo que
nos decimos en nuestro diálogo interno (representaciones
auditivas) o son sensaciones corporales
(representaciones cenestésicas).
A su vez, cada una de estas modalidades de
representación tiene una gran variedad de submodalidades,
es decir que podemos construirnos muchas formas de
imágenes (grandes, chicas, en color o blanco y negro,
brillantes u opacas, etc.); de diálogos (serenos,
agitados, chillones,etc.) y de sensaciones físicas
(suaves, frías, tensas, etc.). Todos los seres humanos
poseemos las tres modalidades con sus grandes variedades
de submodalidades, pero todos somos predominantemente, o
visuales, o auditivos o cenestésicos, y además hacemos
distinto uso y tenemos un distinto repertorio de
submodalidades.
¿Cómo se organiza la realidad interior?
Todo este material de representaciones internas
(imágenes, sonidos y sensaciones corporales) es
organizado en un discurso interno, cuyas leyes
lingüísticas pueden ser estudiadas y comprendidas a fin
de mejorar la organización de nuestro pensamiento.
Un estado interno es la resultante de estas
representaciones de la realidad cuando han recibido,
además, la influencia de nuestras creencias, nuestro
estado fisiológico y nuestra peculiar sintaxis mental
(más adelante aclararemos estos conceptos).
La dinámica que se produce entre las distintas formas
de representarnos la realidad, nuestras creencias,
sintaxis y fisiología es lo que determina que, frente al
mismo hecho, diversas personas reaccionen de formas tan
distintas y elaboren conclusiones tan dispares.
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